La ciudad crece




Acrílico sobre tabla. 120 X 60 cm.


  El presente va abriendo camino al futuro, a veces a una velocidad que  el pasado es incapaz de asimilar. A lo largo de toda la historia ha ocurrido esto. Tras largas épocas de crecimiento lento, de vez en cuando la sociedad, la cultura y sobre todo la industria avanzan a pasos agigantados.
  Esto es lo que ocurre actualmente. La sociedad cambia a una velocidad que, de una generación a la siguiente, ya encontramos un abismo, aunque siempre habrá un punto de conexión.

 Lo viejo y lo nuevo conviven actualmente en nuestras ciudades y pueblos, luchando entre ellos, lo viejo lucha por persistir con dificultad ante continuos gigantes nuevos que emergen de las cenizas de los anteriores, y nacen con energías renovadas y aplastantes, que a menudo, se esfuerza en destruir sus propias raíces.

  Esta fuerza renovada es peligrosa. Debemos encontrar el equilibrio, crecer, pero escuchando nuestras raíces, preservando y cuidando nuestro pasado, pero sin dejar que este frene el incesante crecimiento. Buscar el equilibrio donde lo nuevo y lo viejo se conbinen para crear algo mejor.

Aprender de nuestro pasado, para no caer en los mismos errores.
Mejorar nuestra vida, nuestra comunicación, nuestra libertad.
No olvidemos la lucha de nuestros antepasados por estos derechos, y podremos ser fuertes en el futuro emergente. Si no lo intentamos, el poder de los avances, nos hará retroceder en derechos, cultura y libertad.

Preserva tu identidad pero no la superpongas a la de los demás.